La sopa de cebolla argentina es un plato muy adecuado para servir como plato principal, ya que es consistente además de deliciosa.
Para la sopa de cebolla argentina, lo primero es picar la cebolla muy fina, laminamos el ajo y cortamos la panceta en pequeños trocitos.
Ponemos la panceta a rehogar en su propia grasa y, cuando empiece a dorarse, le añadiremos la manteca, la cebolla y el ajo. Salpimentamos y tapamos, dejando cocer a fuego lento durante un cuarto de hora y removiendo de vez en cuando.
Es la hora de añadir el caldo a la sopa de cebolla argentina. Dejamos cocer muy lentamente, por espacio de una hora.
Tomamos cuatro cuencos y abrimos un huevo en cada uno, añadimos el caldo, luego las rebanadas de pan tostadas y finalmente le rallamos un poco de queso parmesano. Ponemos en el horno a gratinar. Una vez que el queso está gratinado y los huevo cuajados, debemos servir la sopa de cebolla argentina en seguida.
Foto orientativa: Flickr/The DLC
El ahumado de la panceta le da a la sopa de cebolla argentina un matiz de sabor muy diferente y realmente invernal.
Usando como base la conocida sopa de cebolla tradicional, preparamos esta crema o sopa de cebolla con langostinos cocidos en el propio plato de presentación.
La sopa de cebolla y tomillo resulta facilísima de hacer, eso sí, lleva mucho tiempo de elaboración porque deberá hacerse a fuego lento.
La sopa de cebolla y zanahoria nos ofrece una riquísima forma de tomar un plato sano y rico tanto en verano como en invierno, pues se come fría o caliente.
La sopa de cebolla con virutas de jamón y huevo hilado es un exquisito primer plato, con muchísima sabor y nutrientes.
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